La Ciudad de México: Un Laberinto de Historias y Contrastes
En el corazón de México late una ciudad que nunca duerme. Su pulso resuena entre las piedras volcánicas del Templo Mayor y los neones que iluminan la vida nocturna en la Roma. Aquí, cada esquina guarda una historia, cada esquina una lección, y cada rostro, un universo.
Un día, me encontré sentado en el Zócalo, ese vasto espacio donde los siglos convergen. Miré a las bandadas de palomas volar entre los turistas y los vendedores de globos. Los niños reían mientras los adultos discutían, como si todos estuvieran atrapados en el mismo instante eterno.
Frente a la Catedral, pensé en el peso del tiempo. Aquí, los conquistadores y los pueblos originarios dejaron huellas superpuestas, como si quisieran recordarnos que el pasado nunca se desvanece realmente. Me pregunté si, como ellos, yo también dejaría una marca en el mundo o si simplemente desaparecería, como una hoja llevada por el viento.
Ramón Montes Palomino
Varsovia
Polonia
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